Monday, March 20, 2006

LUZ Y SONIDO

Terminar un año escolar de la secundaria es de las mejores cosas que puede haber en la vida. Hay una sensación de libertad absoluta, todo un panorama de aventuras por descubrir. Este año había algo más. Me iba a mudar de ciudad y de país. Llevaba tres años viviendo en Oaxaca. Mi mamá había decidido separarse de mi papá y alcanzar a sus hermanos que estaban en Alemania, en el sur. Tenía novia, lo cual no era mi estado habitual. Sigue sin ser mi estado habitual. Apenas empezando las vacaciones una compañera de lo más simpática y activa me invitó a su casa. Prefiero no decir nombres en este blog, pero como sólo tengo buenos recuerdos de ella les diré que se llama Brisa. Ese día conocí las cintas de 8-track en su casa, ya no se usaban, no estoy tan viejo.
No me acuerdo si ella ya sabía que me iba o ese día le dije. Me parece más plausible lo segundo. Casi de inmediato decidió que debíamos organizar una fiesta, en mi casa ese mismo día. Quería contratar un sonido. Me dijo "son las 11:00 de la mañana, tenemos muchas horas para organizarlo". Ante ese ímpetu, uno se tiene que unir. El primer paso era conseguir dinero. Varios compañeros del salón vivían muy cerca de casa de Brisa, así que fuimos a pedirles cooperación y claro invitarlos. Juntamos algo así como la tercera parte de lo que cobraba el sonido, que si mal no recuerdo eran 800 pesos, de los viejos, claro. Ella incluso se encargó de convencer a mis papás de que nos permitieran hacer la fiesta, de buenas a primeras, además de cooperar buena parte del sonido. Hicimos unos sandwiches, compramos globos, unos refrescos y listo, ya podían llegar los invitados.
Fue todo el salón, mi novia también fue. Tan pronto empezó la música, las parejas se pusieron en una sóla hilera, bien apartada una de la otra, para evitar cualquier contacto. Mi casa tenía un patio como de 7x5, había globos pero no los habíamos usado para decorar. Fue muy fácil abrir la llave del patio y empezar a llenarlos de agua. Después del primer globazo se desató la guerra, sin freno ni cuartél. Ni siquiera los vestidos bonitos de las niñas eran motivo para dudar. El agua surgía de todos lados, también había una terraza que daba al patio y de ahí bajaban los globazos. Hubo persecusiones, complots, vendetas, traiciones, parecía campaña política, pero con risas, y el mayor daño que podía ocurrir era contraer un resfriado.
Me sentí muy orgulloso de que todos se divirtieron, obviamente yo también me divertí como loco. A los pocos días le hablé a mi novia por teléfono para decirle que ya me iba, era triste porque nos gustábamos, pero rara vez nos veíamos. Tal vez éramos demasiado impacientes, sólo habían pasado un par de semanas, pero en ese momento parecía que nunca nos íbamos a poder ver. Bueno, ahora que me iba, con la intención de que fuera para siempre, efectivamente no nos íbamos a ver.
De todas formas me sentí muy querido anted de irme, y de todas formas siempre me han ilusionado las partidas. Cuando regresé me volví a sentir querido.
Gracias.

Friday, March 17, 2006

SUDOR FRÍO

Hubo un tiempo en el que el corazón mandaba. Cruzar una mirada con ella bastaba para llenarme de ideas y surcar nubes de emoción. Yo quería más; hablar, bromear con ella, tal vez un día invitarla a salir, pero la simple mirada era suficiente para no poder concentrarme en otra cosa. Ella no buscaba los reflectores, sin embargo era considerada de las bonitas de la escuela. La conocí porque me tocó en su salón, y eso que ya llevaba un año en la prepa. Al principio creí que era un sueño imposible, pero después de una salida a la naturaleza organizada por un profesor, en la que me atreví a hablarle un poco, pensé que tal vez con suficiente insistencia podría lograr que fuera mi novia. Todavía un par de semanas después nos seguíamos llevando bien, pero la emoción me ganó. Cada vez se me hacía más bella, simpática y sobretodo delicada, una gota de rocío sobre un pétalo, hasta que ya no le podía hablar. Cantaba, oírla cantar era el mayor placer y a la vez la mayor tortura, pues yo pensaba que esa cualidad la hacía inalcanzable. Además la cortejaba alguien de buena familia, más rico y más güero que yo. Aún así yo seguía mirándola.
Yo estaba empezando a tener conocidos fuera de la escuela, era gente muy diferente a la que conocía adentro. No tenían vida familiar y tomaban. Uno de ellos, el que ni estudiaba ni trabajaba, estaba mucho tiempo conmigo. El, como muchos otros, sabía de mi enamoramiento. Incluso me animaba diciéndome que efectivamente se veía muy guapa y que tenía mucho porte, esto último probablemente con otras palabras. Creo que yo le enseñé donde vivía. Constantemente insistía en que debía declararle mi amor. Yo sabía que no era el momento, que debía superar mi miedo, tener una buena relación con ella; y después declararle mi amor sería natural, o casi.
Curiosamente el perdió la paciencia antes que yo. En realidad desconozco sus intensiones, aunque desconfío bastante de él. Decidió escribirle una carta y un poema con mi nombre. Fue a su casa y se lo entregó. Me hizo el favor de darme una copia, para que yo supiera que era lo que le había dado. Era la carta más cursi y estereotipada que podía escribirse. Era un desastre, lo quería matar. Sin embargo me convenció, me dijo que ya hecho el daño lo mejor que podía hacer era ir a hablar con ella. Si no, iba a ser peor.
Me pareció que no había opción, con mi alma saliéndose por mi pecho y mi garganta toqué en la puerta de su casa. Pasé muy temerosamente, me senté en su sala. Atrás de mi estaba su mamá haciendo tarea con su hermana. Delante de mi ella, ahora la recuerdo inexpresiva, pero no lo podría asegurar. Entonces tuve que hablar, y en voz baja, para que no oyera su mamá, le pregunté que le había parecido la carta. Contestó: "Ay Macias, luego hablamos."
Esa frase marcaría muchos años de mi vida, no por ella, sino porque la di a conocer (como la estoy dando a conocer ahora) y otras personas la retomarían.
Salí lo más rápido posible de su casa, al salir me estaban esperando detrás de un carro varios de los amigos que no eran de la escuela. No me preguntaron nada porque vieron mi cara. Fuimos al billar, todos reían, yo no. Después de una partida muy larga me di cuenta que mi mano izquierda (que en mi caso es la diestra), no había soltado el taco en todo el tiempo. Había una huella de sudor atestiguando mi constante empuñadura. Todos se dieron cuenta. Me sentía traicionado, jugando billar con el traidor.
Tiene sus ventajas la inocencia, no temer, no preguntarse, no ir hacia un fin, sino moverse por el puro gusto. En este caso la desventaja fue que me dominaban los instintos, y no tenía la suficiente poca inocencia como para dejar de pensar que pasará. La inocencia se acaba, no creo que sea porque es irreal. La premeditación es lo que no existe, pero se utiliza. La explicación obvia que veo para este final es existencialista- el infierno son los otros.
¿Como seguir siendo inocentes después de que alguien temeroso, precavido, con un fin evidente o no y que se mueve buscando un resultado te trompica el paso? Pericia y malicia matan inocencia. No creo que la realidad humana se reduzca a este tipo de relación, para empezar existen relaciones bien-mal, bien-bien y mal-mal, cada una posiblemente con una infinidad de intensidades por parte de cada uno de los protagonistas. En otras palabras los otros son el infierno, pero también son el cielo y, por decir algo intermedio, la tierra. Yo lo parafrasearía como el conocimiento son los otros, incluso el conócete a ti mismo. Hay que aclarar otra cosa, yo creo que la inocencia no es ni buena ni mala, o por lo menos lo que estoy describiendo como inocencia (les agradecería me corrigieran si el término es inexacto o poco convencional). ¿Como puede tener moral algo que no tiene dirección, ni intención? Solo que fuéramos buenos por naturaleza. No descarto esta posibilidad pero tampoco me convence. Sí creo que la inocencia puede mover a otra persona hacia el bien. Me suena familiar, intuitivo, pero porqué pasa eso? Intuyo que el observar la inocencia hace surgir en nosotros un espíritu paternal, protector. También nos puede remontar a nuestra propia inocencia, pero, y luego? Porque eso nos motiva a ser buenos?
Lo que sí se es que el conocimiento, derivado de la relación con otros, y que disminuye la inocencia, es necesario para hacer directamente el bien. ¿Entonces porque me gusta (espero no ser el único) la inocencia? ...claro, creo que al perder la inocencia descubrí la angustia. Me di cuenta que podían pasar cosas indeseables. Además de descubrir la posibilidad de hacer el mal.
No se si mi relato tenga mucho que ver con estas reflexiones, definitivamente el hecho me dolió mucho, pero creo que el principio del fin de mi inocencia no fue ese. Tal vez fue en la misma época, seguramente.

Tuesday, March 07, 2006

PUERTA GRANDE

Llegó un momento, después de haber andado por varios sitios, en el que llegué a la Ciudad de México. Era jóven pero no lo sabía, bueno, en este caso lo jóven es lo de menos. Más bien la palabra es inexperto. Como recién llegado, e incluso no tan recién llegado, no sabía donde comprar marihuana. Un amigo de un amigo sabía donde conseguir, cerca de su casa.

La Ciudad de México tiene una peculiaridad que seguramente comparte con muchas otras ciudades del país y otros países tercermundistas. Si bien existen secciones que comparten el mismo nivel socioeconómico, el paso de una sección rica a una pobre es abrupta. Una zona cosmopolita con carros de lujo y joyerías en francés puede estar a dos cuadras de casas de madera sin drenaje. Los contrastes económicos que hay en la Ciudad de México hacen que sea más evidente la falta de transición.

Bueno, pues el que nos dio la referencia vivía en una zona residencial de clase media. Aunque las casas no eran tan grandes, había un vigilante que restringía la entrada de autos y las calles eran curvas. Está en la falda de una de las sierras que delimita al valle de México, por tanto la zona esta inclinada y se llega a percibir cierto ambiente de bosque. El lugar donde él compraba marihuana esta a menos de 1km de distancia en línea recta, unos 700m yo diría, aunque para llegar se tenía que recorrer casi el doble porque una barranca separa ambas colonias, así que hay que subir a una calle principal, recorrerla un par de cuadras y volver a bajar. Esta bajada se siente mucho más inclinada, tal vez así lo sea, pero además la calle, en lugar de ir curveando gentilmente, se dirige directo a la hondonada. Se tiene que inclinar el cuerpo la más posible hacia atrás para no perder el equilibrio. La mayoría de las casas no están ni recubiertas, ni pintadas, así que el tabique desnudo inunda el campo visual. Una vez terminada la calle, puede que se encuentre a un grupo de ñeros1, fumando y chupando. Generalmente uno se te acerca y te pregunta si quieres café (bueno, creo que actualmente la pregunta es si quieres piedra, en mis tiempos era café). Después de un par de visitas me di cuenta que el más constante de esos ñeros es uno que le dicen el carnes. El carnes también tenía papelitos y reynas, aunque a mi nunca me interesaron. Por lo general el habla le escurría, como no estando en condiciones de articular claramente, siempre parado sólidamente sobre el piso.

Creo que el carnes empezó a tener problemas, porque ya no lo encontrabas en medio de la calle, sino que se iba a un árbol donde empezaba una bajada para un riachuelo (cosa extraordinaria en el D.F.). Incluso alguna vez bajé hasta el riachuelo y volví a subir sobre el mismo costado, pero un poco más río abajo, a una terraza destinada al drenaje, rodeada de basura. Ahí estaba todo un grupo de gente totalmente drogada. Me dijeron que hiciera el churro, yo pienso que para ver sí realmente fumaba. Lo hice, aunque medio feo, y fumé con ellos. Ese lugar tenía la ventaja que al otro lado del riachuelo había campo. Se podía fumar tranquilamente ahí, a veces pasaba gente que se veía muy pobre, pero era raro. En general era tranquilo y agradable ese lugar.

Una ventaja del carnes era que lo encontrabas a cualquier hora. Una vez fui de noche y había una fiesta de la colonia, probablemente unos 15 años. El carnes se veìa bastante contento. Había varias chicas que parecían la versión silvestre de Salma Hayek. A pesar de la cercanía, la gente era distinta a la que yo acostumbraba. Dejé de ver al carnes porque encontré un lugar mucho más cercano y con marihuana mucho más rica (seguramente habrá una entrada de ese sitio, también un lugar para recordar). Aún así una vez fui muy noche, con un amigo, porque en el lugar de siempre no encontramos a nadie. Fuimos y no se porqué, además de comprar mota, compramos papelitos. Nos fuimos bastante cargados. Una vez sobre la calle principal empezamos a fumar, después de un par de minutos nos paró una patrulla. No traíamos puesto nuestro cinturón de seguridad. Nos llevaron a una base y nos preguntaron nuestros datos. Tomaron nuestras carteras y los verificaron. Nos dijeron rápidamente que "cómo nos ibamos a arreglar", que es la forma oficial de pedir un soborno. Debían de ser vacaciones, o debíamos de tener alguna experiencia similar, porque les dijimos que nos metieran a la cárcel. Los policías no iban a obtener nada por llevarnos ante un juez, así que optaron por hablarle a nuestras familias. Eso era lo último que queríamos que pasara. En resúmen le sacaron cerca de 2000 pesos a mi mamá, y la misma cantidad a la hermana de mi amigo. Llegaron como a las 3 de la mañana por nosotros. Mi hermana, que tenía como 14, la acompañó. Obviamente les dijimos que la coca no era nuestra, la mota era más difícil negarla, ya nos conocían.

Seguramente el carnes estaba coludido con la tira.

Quisiera que esto sirviera para evitar que la gente que consume mariguana tenga estos problemas. Esa noche se sentía que las condiciones no eran las apropiadas para comprar. Es importante ser perceptivo a los mensajes que dicen espérate, luego te desquitas. Afortunadamente ahora me llevo bastante bien con mi familia y estoy más o menos tranquilo conmigo. Ahora soy un poco menos jóven pero mucho más experimentado, ¿o se vale decir experto? Claro que siempre hay alguien más experto que tu, espero que ande tras alguien más peligroso que yo. Desgraciadamente los policías son cobardes y van por los débiles.

1-busqué una liga para describir lo que es un ñero y la que más me gustó no era mexicana, sino un blog colombiano. Por supuesto que muchos de los ejemplos no se usan en México, pero creo que a cualquiera le quedará claro. Siento que le falta un poco de cariño hacia el ñero pero es bastante descriptivo.

Sunday, March 05, 2006

BENDITA INESTABILIDAD

Les cuento un episodio de mi adolescencia porque es una etapa que siento se me está olvidando y justo ahora la puedo rescatar. Además creo que la narración de este pasaje es relativamente sencillo, en lo que voy aprendiendo a narrar. Después hablaré de tiempos distantes y recientes.

Hubo un momento en la vida que obtuve poder de forma súbita. De pronto descubrí que también se podían hacer cosas de noche y que mis papás no tenían el control sobre cada una mis acciones. Ante esa liberación repentina se gestaron actividades de toda índole; creación, transformación, quietud paradójica, autoempleo y destrucción. Yo y la gente con la que compartí estos descubrimientos y acciones, no nos poníamos a pensar si teníamos muchos o pocos recursos, simplemente usábamos lo que había. El perder una gran referencia de autoridad hizo que cualquier poder autoritario se atenuara. Ahora entiendo porque la gente se hace punk. El ambiente era apropiado para sentirse poderosos, eramos de clase media, y la sociedad dónde nos desenvolvíamos parecía ser pequeña. Aunque para algunas cosas aplicaba el "pueblo chico, infierno grande", para otras se sentía que se podía dominar todo el panorama. Además, en muchas acciones me protegía el anonimato.
Por algún motivo, motivo que rápidamente se perdió en el proceso, requerimos letreros de tránsito. Sí había recato en cuanto a la acción de robar letreros, aún con una referencia borrosa de la autoridad, o tal vez falta de costumbre en cuanto a reflexionar que era lo debido y que indebido. Salímos como a las 3 de mañana con una llave de tuercas. Escogimos una calle oscura con un letrero de alto bonito. Una persona en el volante y una persona junto al poste sosteniendo al encargado de zafar la tuercas. Definitivamente sabíamos que era algo malo, si no, no se hubiera sentido el corazón agitándose, ni el hormigueo en las piernas, ni la cabeza concentrada. Sin contratiempos, no pasó ningún carro, echamos el letrero a la cajuela y vámonos. Aprendimos una lección muy importante, había que llevar algún cajón o banquillo para alcanzar las tuercas con mayor facilidad. Una reja de refrescos sería lo ideal.
Rápidamente nos hicimos más diestros y audaces en el arte. Recuerdo un letrero amarillo con un ciclista que me encantaba, otro de paso de niños, el tan odiado letrero de no estacionarse (cada día más odiado). Llegué a llevarme letreros por llevármelos, como uno de la ruta de recolección de basura y otro de una oficina de fideicomiso de Banrural.
Finalmente quedé satisfecho con los letreros que tenía y surgieron otras actividades nocturnas. Fueron menos de dos semanas de adicción, eso sí, satisfaciendo mi necesidad de letreros cada noche durante ese corto periodo. Espero que sigan en la casa. Ya no he ido a la casa donde los dejé.
Mis clases de psicología barata derivados de la interacción de gente que como adolescente consideras aburrida y sin sentido en la vida indican que este tipo de actividad se llama sociopatía. Mi hermana estudia psicología, pero no tuve tiempo de preguntarle su opinión. Tengo un libro de psiquiatría que me regaló Munguía. Espero que iran conociendo lo que conozco de Munguía a través de este blog, pero los que lo conocen entenderán que es irónico que el me haya dado un libro de psiquiatría, que por cierto data de 1971. El capítulo dedicado a los trastornos de la personalidad dice "Estos individuos sociopáticos muestran un embotamiento moral y ético, una falta de simpatía hacia sus semejantes y una conducta destructiva para el bienestar y el orden social." Parece que me conocían.
No, esperen, hay un diagnóstico que me gusta más. "En muchas sociedades existen subculturas que viven gracias a que en forma constante desafían los códigos sociales habituales; los miembros de dichas subculturas constituyen una clase social separada. Las personas de estos grupos difieren del psicópata o del individuo con personalidad antisocial, en la estructura de su personalidad; actualmente constituyen un grupo aparte en la clasificación de la American Psychiatric Association, con el nombre Conducta en desacuerdo con las normas de la sociedad. En contraste con las personalidades antisociales, los individuos de este grupo son capaces de lealtad afectuosa y sólida hacia otras personas y hacia su grupo." ¡Ese soy yo, a huevo! Tenía toda la intención de criticar al libro y ahora no puedo. Podría ser un poco más llamativo el nombre, como Rebeldía estructurada o Conducta antinormativa, a lo mejor ya lo modernizaron, pero el concepto me encanta.
Escribir esto me está causando muchas más reflexiones de lo que creía, por lo pronto paro aquí, pero antes quisiera contarles un momento reciente que le dio sentido al universo. De repente llegan esas iluminaciones. Sin tener mucho la intención, fui a un concierto de punk. Estaba disfrutando de la fuerza propia del evento, sintiendo el peso de los egos, cuando de pronto el cantante dice que el ya aprendió que no es la sociedad la que lo reprime, si no que la represión venía de el, y que realmente el es libre. Si el pudo darse cuenta de eso, yo también puedo.
Gracias.

PRÓLOGO

Un defecto que me caracteriza es la inconstancia. El narrar a través de la escritura me parece desde hace mucho una forma accesible y muy completa de expresarse, y lo he hecho en algunas ocasiones, sin embargo de forma intermitente. He decidido empezar a narrar pasajes de mi vida con varios propósitos. La mayoría se logra de manera automática al escribir, como simplemente evitar que se pierda la experiencia vivida, aunque claro, la narración estará matizada por los recuerdos, eventos y estados de ánimo del momento en el que se escribe. Me interesa rescatar los eventos pero también de forma muy especial la reflexión y lo que creo yo debería ser la enseñanza del episodio, si es que la hay. Es un poco egocentrista escribir pasajes de la vida de uno, pero pues ni modo, mi creatividad no da para inventar cosas y menos sacarles el mensaje. Además, modestia aparte, creo que sí tengo varios pasajes dignos de novela.
Otro objetivo es terapéutico, aquellos de ustedes que han recibido correos electrónicos con narraciones extensas de mi parte creerán que lo hago por la historia en sí, pero en esos casos lo hacía sobretodo por liberarme de la historia, o sea que contándola siento que me pesa menos. Creo que ese concepto es más viejo que la ruda.
Por último, otro concepto no tan original, aprovechar las ventajas del medio. Comparto la ilusión de la gente que escribe blogues de que alguien en el otro extremo del planeta entienda tu idioma, se identifique con tu mensaje y hasta te de su opinión. La verdad, con que unos cuantos me lean me doy por bien servido, pero si se puede ir un poco más allá pus que mejor. El nombre que elegí para este blog podría referirse al caracter ambiguo de la gente que escribe blogs, o por lo menos la poca que conozco y dentro de los cuales ya me puedo incluir, en el sentido de querer abrirse de una forma no tan personal. Mas si has de saber, tal vez diga que te cuento aunque me da pena. Debo confesar que esta explicación la inventé a posteriori de haber inventado el nombre, su fabricación se basó en un proceso más fonético relacionado con mi apellido, y después busqué un verbo que transmitiera algo positivo pero sin ser muy personal.
Gracias.