Monday, July 25, 2022

Mucha innovación con toques de vieja escuela

 Esa frecuentada frase de 'más vale viejo conocido que bueno por conocer' parece resonar de vez en cuando en Alemania. O tal vez haya un equivalente local a la frase inglesa de 'si no está descompuesto, no lo compongas'. Llevo 2 semanas viviendo en Alemania, en Lubeca del norteño estado de Schleswig-Holstein, para ser exactos. Antes de venir sabía que muchas cosas serían más modernas y ha habido varios detalles que me han sorprendido. Discúlpenme si les parezco montaraz pero he quedado admirado con las ventanas de la casa de huéspedes que me acoge. Tienen un modo de apertura como puerta, la ventana gira hacia el interior de la habitación. O bien abren como ventila, con el eje de giro en la base y con separación de algunos centímetros en la parte superior. La forma de apertura se controla con la posición de la manija. Me parece algo genial. Por el estilo hay otras cosas, como la ducha con un control muy preciso de la temperatura y del flujo de agua. Conocía modelos similares pero nunca había tenido algo así en mi casa. 

Por encima de esos detalles la organización e infraestructura permiten cosas que marcan una verdadera diferencia, como que sea frecuente que personas con andaderas, en carriolas o sillas de rueda utilicen el autobús. No sé si sea por la sobrada eficiencia del sistema o por algún sentido de inclusión pero también abordan el autobús perros, se suben caminando sujetos a sus correas. Vi un descomunal pastor, justamente alemán, meterse así al autobús. Otra cosa que atribuyo a organización e infraestructura es que el rango de edad de las personas que se transportan en bicicleta en muy amplio, se ven madres y padres recorriendo las vialidades en bicicleta enseñando a sus hijos a andar por ahí. Lo mismo gente de edad algo avanzada circula, generalmente a paso lento.

Entre esa modernidad se conservan 2 herramientas que veo con nostalgia, pertenecientes al pasado aunque con virtudes, el correo y el teléfono. En este contexto saben de qué correo y teléfono les hablo pero en general tendría que precisar que no me refiero al correo electrónico ni al teléfono celular. A diferencia de México donde es común que te pidan el correo electrónico, pienso que en los trámites y pocos tratos comerciales que he tenido me lo han pedido mucho menos. Los documentos del banco, de hacienda y del seguro social los recibí por correo. Debo decir que mi banco es justo el Postbank y también estoy consciente que en México algunos bancos utilizan el correo para las tarjetas de crédito. Me imagino que de ese modo aseguran el domicilio de la persona. De todas formas me parece que el contraste es importante. En México todo lo de los impuestos lo hago a través del correo electrónico e internet. La app del banco actual me parece una desgracia comparada con la del banco mexicano, pero bueno, supongo que es extremadamente segura. Envían al menos 3 cartas en distintos días con distintos códigos para que te vayas registrando y verificar tu identidad.

Con respecto al teléfono, es una forma de comunicación habitual para cuestiones comerciales y laborales. Hasta ahora no conozco a nadie aquí que utilice WhattsApp. En el trabajo usan una mensajería electrónica de nerds, Element. En Suecia pude observar que los negocios utilizaban celulares. Si en un hotel pedías un teléfono para hacer una llamada te daban el celular. No se olvide que es el país de Ericcson. Aquí no hay eso, el buen viejo teléfono fijo sigue en todos lados. Parece que entre tanta innovación de vez en cuando se acuerdan de las frases de los abuelitos. Al menos lo de 'más vale viejo conocido' lo supe por mi abuela.

2 comments:

Cristina López Casas said...

Mi abuela decía esa de "más sabe el diablo por viejo que por diablo. La usaba para darse poder.
En Canadá tampoco usan el whatsapp para trabajo. En Chile sí. Y en México ni hablar: aman el whatsapp y no paran nunca de trabajar.


Anonymous said...

Justo ayer me salí de varios grupos, principalmente de trabajo. Todo un alivio.