Monday, November 27, 2006

LOS BRITISH

Como habrán notado en la entrada anterior solo menciono en una ocasión a los ingleses y lo único que digo de ellos es que existen. Esto fue un poco injusto, en realidad hay mucho que decir de ellos. Creo que me llevo con más ingleses que varios mexicanos que conozco que viven acá, así que debería tener cosas que contar.

Comencemos con un poco de terminología. Estas cosas nadie te las dice, a los que las saben les parecerán obvias, pero yo lo tuve que investigar. Gran Bretaña es la isla localizada en la parte nor-occidental de Europa y contiene 3 países: Inglaterra, Escocia y Gales (ordenados por extensión territorial y población). Por tanto británico es el oriundo de cualquiera de estos países. Por cierto (de esto apenas me estoy enterando) hay dos formas de decir británico en inglés, una es british, que seguramente conocen, y la otra es briton, con su plural britons. La primera es tanto sustantivo como adjetivo, mientras que la segunda solo es sustantivo. No se si a escoceses y galeses les agraden estos términos. ...Wikipedia acaba de confirmar mis sospechas, 21% de los galeses y 31% de los escoceces prefiere que les llamen exclusivamente de acuerdo al nombre de su país. A los ingleses les es más aceptable que los mezclen, total ellos son los conquistadores.
Escocia y Gales tendrán su bandera y su selección de futbol pero La Familia Real es Familia Real Británica, o sea que la Reina los gobierna, y la Reina y su familia es inglesa. De hecho la Reina reina todo el Reino Unido, que es Gran Bretaña más Irlanda del Norte. También Reina a otros 15 países que pertenecen al commonwealth, pero eso para que vean sí nomás es simbólico (memorias del Imperio). La Reina cede gran parte del poder legal que tiene, oficialmente los monarcas británicos son los que en última instancia aprueban o rechazan las leyes aunque ninguno ha usado ese derecho desde 1707. Legalmente la monarquía nombra a los primeros ministros, pero por tradición (y aquí la tradición es ley), el primer ministro es el líder del partido mayoritario en la parte del parlamento que es electa, the house of commons. En la otra cámara, the house of lords, obtienen el puesto por nombramiento vitalicio, por herencia o por ser del clero, sí, así de anticuado, pero parece que funciona. La reina se reúne semanalmente con cada uno de los ministros y además de tomar el té, intercambian puntos de vista; todos la toman muy en cuenta. Punto importante, la Reina no solo es jefa de estado, también es la cabeza de la iglesia, la iglesia anglicana, oficialmente llamada Church of England. O sea que cuando me refiero al clero, no me refiero a clero católico, ese no tiene poder aquí.

Intentaré escribir un poco de más política inglesa, creo que es muy ilustrativo, pero antes vayamos con cosas básicas.

A - El saludo. Un hello a medio metro de distancia, nada de beso o abrazo, ni siquiera se dan la mano. No se que decir, supongo que manifiestan su afecto de otra forma, o a lo mejor no lo hacen. Me ha ganado la costumbre en un par de ocasiones, ninguna de ellas con ingleses, y ofrezco mi mano. La estrechan, pero no se siente natural. Probaré con un inglés a ver que pasa.

B - La ropa. La moda les queda, no se si de aquí se origine, pero todo lo inn les va muy bien. Las inglesas tienen la necesidad de lucir su cuerpo. También hay muchos ingleses (varones) lucidos. A ellas les gusta salir poco tapadas a la calle, y si hace frío lo toman como un reto. Ayer vi unas en faldititas y sopló un ventarrón helado, pues gritaron como si fuera la montaña rusa. Supongo que todos tenemos nuestras diversiones masoquistas, por ejemplo a mi me gusta la montaña rusa, hay otros que les gustan las películas de terror. A mi no me gustan las pelíulas de terror.

C- La comida. Pues no es México, pero hay muchas cosas sabrosas por acá. Tal vez sea mi herencia inglesa (mi abuelita era de estos rumbos) pero me quejo mucho menos que varios extranjeros que conozco. Tienen unas salchichas condimentadas con cosas diferentes, jitomate, frutas, hierbitas, que saben bastante bien. Bueno, las de frutas no me gustaron tanto, pero las demás me encantan. El té es la neta, para cualquier ocasión tu agüita caliente con olor herboso. Casi todo mundo tiene tetera eléctrica, hierven el agua de volón pinpon. Las tartas de pollo y champiñones, de bisteck y riñón, de puro bisteck, saben buenos (Se me hace más natural decir pay, pero no esta en el diccionario y no se como se escribe en plural, así que me tengo que apegar a tarta, que suena raro. Aunque, si no esta en el diccionario supongo que lo puedo escribir como yo quiera, de todas formas no me atrevo). Mucho cordero, me encanta el cordero. Como que la naturaleza no les favorece mucho con frutas y verduras, son bastante caras y no se acostumbran tanto. Pobres, se infartan mucho, espero irme de aquí antes de engordar. Debo reconocer que muchos hacen bastante esfuerzo por estar sanos, incluso en la comida, pero no es lo tradicional.

La comida rápida tiene además de lo común (pizzas, hamburguesas, pollo frito), kebabs, que podríamos decir son los auténticos tacos árabes, estan bastante efectivos. Lo que te llega a hartar si comes mucho en la calle son las chips (papas fritas), se come de a madres. ¿Saben con que las comen? Con vinagre. A muchos les parecerá extraño e incluso poco apetitoso, pero para mi que me encanta el piedrazo* y las papas en vinagre, pues las chips con vinagre son perfectas. Aparte les puedes echar catsup. El fish and chips hasta ahora me decepcionó, nada más lo he comido 1 vez, creo que tengo que dejer pasar varios días sin comer papa (lo cual por estos rumbos es un poco difícil) y después probar fish and chips.
El pan esta rico y hay vinos y quesos importados no muy caros. Como bastante queso, pero todavía no le entro al cheddar, que es lo común aquí, y le sigo llendo a los franceses en ese aspecto. El otro día probé un cheddar mucho mejor que los que hay en México, a lo mejor hay que darles chance.
Creo que muchos platillos gringos los preparan mejor aquí, o vienen de aquí y los gringos los distorsionaron; pavo, gravy, papas, carne en general. La excepción es el pollo frito empanizado, que seguramente viene de Estados Unidos y esperemos que allá les salga mejor, porque aquí como que no.
En lo que se la sacan y creo que deberían ser más famosos por ello, es en pastelillos y cosas tipo galletas. Que casualidad, cosas como para acompañar el té. Creo que les salen perrísimas, en su punto en cuanto a dulzura, crocantez y humedad.

Y para terminar esta sección,
D - La cerveza. La cerveza tiene mucho de tradicional, por ejemplo hay muchas cervecerías locales. La variedad de cerveza es impresionanate, tanto nacional como importada. Hay Sol y Corona de a montón, debo decir que son las más ligeras que se consiguen. Las de aquí varían mucho en sabor, desde dulces, fermentadas con miel, muy ricas, hasta bien amargas. Todas con bastante cuerpo.
Otra cosa que se me hace muy tradicional de la cerveza es que en el pub, se pide a granel. Lo menos que te venden es media pint, que es como cuarto de litro, pero me ha tocado un par de veces que llega un inglés a la barra y pide 2 y media pints de tal cerveza; o dos de tal cerveza y una y media de tal otra, como si fuera el mercado. Con dos pints tienes para ponerte alegre, se dice y se toma fácil, pero es poco más de una caguama, y de cerveza que tiene algo más de alcohol que la Negra Modelo. Por cierto que algunos vasos tienen una marquita que certifica que efectivamente es un pint lo que te estan vendiendo, ni más ni menos (1 pint = 0.568 l).

Bueno, espero no haberlos aburrido con estas cosas tan fundamentales. Seguiré hablando de los ingleses e intentaré pasar a temas más complejos.


*piedrazo: comida que consta de pan cocinado en horno de leña, endurecido, sumergido en una mezcla de vinagres diversos (caña, uva, piña), frecuentemente aderezado con sal de chile, salsa de chile, cebolla y zanahorias curtidas. En ocasiones se le agrega queso fresco. Común en las calles de la ciudad de Oaxaca, frecuentemente vendido con otros productos en vinagre como mangos o papas.
Curiosamente no encontré ninguna referencia al piedrazo en internet excepto una mención muy indirecta en una nota del periódico Noticias. Tal vez soy el primero que define al piedrazo en internet.

Sunday, November 19, 2006

DE TOCHO MOROCHO

Estando en México me dijeron que en la Universidad de Sheffield había gente de todas partes del mundo. Esto me hacía mucha ilusión. Cuando llegué comprobé que había muchos hindús, chinos y bastantes personas del medio, medio lejano y lejano oriente. Esperaba más europeos. Extrañaba el ambiente que recordaba de Paris o inclusive Oaxaca en que escuchabas harto alemán, italiano, francés (ya se que en Paris eso es obvio), holandés, e idiomas similares y conexos. Estuve unos días en Londres y allí sí de plano se pasan, escuchas un montón de idiomas europeos y un montón de idiomas cuyo origen desconozco, ha de ser como Toronto. Pensaba que era una persona que gustaba de conocer cosas nuevas, pero me he dado cuenta, no se si por los años, que prefiero la familiaridad. Pensaba que era una persona muy adaptable. Soy tolerante, pero no adaptable. ¿Pero que creen? Pienso rejuvenecerme, pienso convertirme en la persona que creía ser. Estaría mucho más satisfecho conmigo y probablemente disfrutaría más de la vida. De hecho ya lo estoy haciendo. Estoy contento de haber aprendido más de mi, quedándome en México creo que hubiera vivido en el engaño mucho, mucho tiempo. Incluso estoy diciendo las introspecciones antes de narrar, ¡eso es cambio!

Bueno, pero les estaba contando, no solo no encontré los idiomas que esperaba, sino que además me dio la impresión de que cada quien se recluía con su bandita, los árabes por un lado, los africanos por el otro, chinos, hindús e ingleses (ah sí, también hay ingleses, de raza incluso, no solo nacionalidad) formando poblaciones bastante bien diferenciadas. Eso de poblaciones diferenciadas se usa cuando hablas del desarrollo, las celulitas van tomando distintos linajes, se van diferenciando, en músculo, neurona, piel, etc. Esta diferenciación me decepcionó un poco. Se me hacía que el sistema te inducía al apartheid. Un apartheid con mucho respeto entre los distintos grupos, pero apartheid al fin. Después de algunos esfuerzos me di cuenta de que no había una mente perversa detrás de todo esto, tampoco somos una bola de cabezas duras que solo queremos hacer las cosas como estamos acostumbrados, no. Pero sí hubo algo que me hizo sobresaltar, somos diferentes.

Tener otro idioma es una gran diferencia, tener una escritura ideográfica y no fonética es otro universo, ser metodista es muy diferente que ser católico, ser budista ni se diga. Marcos o el delegado cero, como gusten llamarle, y el EZLN ya lo habían dicho: Hay que reconocer las diferencias. Somos del color de la tierra y la tierra tiene mil colores. Lo fregón es que a pesar de las diferencias nos podemos llevar bien, incluso podemos disfrutar mucho unos de otros.

Citando a otro de mis ídolos, aunque a un nivel diferente que el sub, diría Quentin Tarantino que lo gracioso son las pequeñas diferencias. Con mi compañero de departamento chino, Guofei, me llevo muy bien, a pesar de que me es difícil entenderle porque tiene mucho acento y le falta algo de vocabulario en inglés. Entre las cosas diferentes de Goufei esta que se presenta como Phillip, muchos chinos se ponen nombres occidentales para facilitarnos la vida y supongo que también se las facilita a ellos. Conocí a otras chinas que hablan poco inglés, pero eso sí, se llaman Carol y Helen. Hablando de nombres, conocí a una hindú que se llama Brenda. No me extrañó puesto que si hay tanta influencia inglesa en la India como para que los hindús jueguen mejor al cricket que los ingleses, por que no se llamaría Brenda una hindú, aparte ella se veía bastante occidentalizada. La vi en una reunión de estudiantes de maestría y los de su salón se pusieron etiquetas con sus nombre. Fue allí que me di cuenta que su nombre no es Brenda sino Bryndha, pequeñas diferencias. Le comenté de mi error y me dijo un tanto seria que solo los cristianos usan nombres ingleses pues claro. Supongo que a los papás mexicanos modernos que le ponen Brayan (sic) o Britney a sus hijos no les interesa si los van a poder bautizar, o le pondrán Maria Britney a la niña y que Dios nos agarre confesados.

Con el hindú que vivo no me llevo tan bien, siempre esta con otros 3 hindús platicando en hindi entonces esta medio canijo. Aparte deja la cocina hecha un asco, creo que no esta acostumbrado a considerar los restos de comida como suciedad, en serio. Guofei en cambio es bastante limpio, incluso, cosa extraña, no comparte sus platos ni cubiertos, los tiene apartados para uso personal.

Por último, déjenme comentarles que es un alivio juntarse de vez en cuando con mexicanos. Al principio me dio miedo de que ya no iba a querer conocer gente de otros lados, pero ayer comprobé que no es el caso. Hubo un festival de comida internacional seguida de noche disco (le pusieron World Disco) y pues al principio sí me junté más con los mexicanos, pero al rato andaba platicando con una amiga iraní, conocí a un francés, un italiano, un griego (este último buscaba mota) y a otras dos iraníes. Comí griego, japonés y malayo, muy rico. Los mexicanos vendieron burritos, con una nota aclaratoria que nadie leyó (salvo yo, obviamente) diciendo que el burrito es del norte del país y que es diferente el que se hace en México del que se hace en Estados Unidos. No tuve que preguntar porqué la elección de burritos, es de las pocas comidas mexicanas que no cuesta una fortuna hacer, conseguir tortillas de harina no es tan difícil ni caro. Las griegas se aventaron unos bailes de esos de todas abrazadas, muy bonitos. Por cierto había una griega que con todo respeto para mi noviecita que la quiero mucho y le mando unos besos, me gustó bastante.

Había un salón con hookas y karaoke. Rápidamente me apunté y realicé con bastante éxito uno de mis sueños, cantar Stairway to Heaven en público. Al anunciarme dijeron que había escogido una canción que duraba media hora, después aclararon que 8 minutos. Y sí, el principio fue lento, pero a la hora de los guitarrazos me emocioné y fui el evento. Al final me aplaudieron mucho. Varios desconocidos me felicitaron personalmente. Supongo que más por el show que por la voz, pero si hubiera estado muy jodida la voz pues el show no se armaba. Al ratote canté Stayin´ Alive y no la armé, esa nunca la había cantado, pensé que era fácil pero no. Además como traigo barbita, me ando quedando pelón y no me he cortado el pelo, me sentí con look de Bee Gee, afortunadamente todavía no (dar click aqui si no se de acuerdan lo espantoso del aspecto).

El World Disco me hizo comprobar lo que quería oír, nos parecemos en muchas cosas. De hecho la selección de canciones bien pudo haber salido de unos 15 años en Iztapalapa: Follow the Leader, La Macarena, Bob Marley, Los Gypsey Kings, Kaoma, Shakira de a montón, y claro, el hit fue Tarkan. Esta bien, hubo varias canciones hindús que todavía no conocen en Iztapalapa, pero las hacemos conocidas ¿cual es el problema? De que pegarían, pegarían. Estuve pensando un buen rato en un hit mundial mexicano que pudieran poner y no se me ocurría nada, lo primero que llegó a mi mente fue Livin´la Vida Loca, me tardé unos segundos en acordarme que el Ricky es boricua. Pasaron oye como va, pero esa es de Tito Puente, no de Santana. Después me dije "no pues bésame mucho no la van a tocar". Ya se me había olvidado el asunto y que llegan Ritchie Valens al rescate, "para bailar la bamba", a huevo. Por cierto iba de guayabera y nadie reconoció que era mexicano, más bien creen que soy árabe o hindú.

Se me hace mucho más importante el principio de esta entrada que el final, pero el evento de anoche calmó el impacto de las nuevas experiencias y me ayudó a armar mis ideas. Que padre que todavía hay cosas que descubrir de uno mismo.

Saturday, October 14, 2006

CANTANDO POR TEHUANTEPEC

Unos de mis pocos lectores constantes me ha pedido que cuente cosas de mi lugar de residencia actual, Sheffield Inglaterra. No puedo defraudarlo ya que me complace mucho su retroalimentación, sin embargo aún no tengo una historia estructurada, así que le ofrezco (así como a mis demás lectores) un suceso antiguo en lo que se fraguan los nuevos.

El poder es etéreo, un halo que rodea a la persona y genera movimiento de conciencias en la dirección deseada. No se de donde proviene, pero al igual que muchas personas lo adquiero y lo pierdo de forma bastante predecible. Depende del contexto. En la ciudad, el nivel de poder de la persona -creo que se llama estatus, no me gusta como suena la palabra pero creo que así se llama eso- muchas veces intenta disimularse. Se trata de dar la impresión de igualdad entre la gente, estableciendo el comportamiento de acuerdo a la labor que se realiza en ese momento. No se me mal interprete, yo creo en la igualdad de derechos de las personas, pero digo que se finge la igualdad porque en nuestra sociedad aún no se alcanza y como es un ideal se finge que existe. En muchos lugares más pequeños el estatus se acepta, pareciera que facilita la convivencia, tal vez haciendo todo más protocolario o hasta ritual. Probablemente más práctico y apegado a la realidad que la ciudad, con la gran desventaja de ser muy limitante, casi determinista. El aplanamiento citadino del estatus hace que para que uno emita un halo perceptible de poder en verdad tiene que estar en una situación muy ventajosa. En los lugares más pequeños, una pequeña ventaja es suficiente para que el estatus se exagere.

Cuando estudiaba medicina en la ciudad era un ente reconocible, pero muy abstracto a la vez. Obviamente eso es lo que creo que la gente veía en mi, nunca detuve a un desconocido para preguntarle que pensaba de mi. De lo reconocible estoy bastante seguro. Usaba camisa blanca, corbata (hasta aquí todo más o menos común), bata o filipina (un poco menos común), pantalón blanco (a quien se le ocurre) y zapatos blancos (el colmo). Pero como dice Octavio Paz del traje del pachuco, "su disfraz lo protege y al mismo tiempo lo destaca y aísla: lo oculta y lo exhibe." Por eso supongo que era un ente abstracto, un estudiante de medicina como los demás estudiantes de medicina, era difícil distinguirme de otro. En la escala médica era el primer peldaño, como tenía todo un futuro por delante y la ilusión de un nuevo comienzo, eso no importaba; importaba estar en la escala. Habría que agregar que la ciudad da un anonimato que puede ser reconfortante o aterrador, si quieres pasar desapercibido o ser reconocido respectivamente.

En unas vacaciones me invitaron a pasar unos días en Tehuantepec, Oaxaca. La mamá de un amigo y su esposo tienen una prepa allá. Era la semana de actividades culturales y tocaba el turno al concurso de canto. Estábamos en la casa de la cultura de Tehuantepec, un antiguo monasterio convertido en espacio público. Por ser un estudiante de medicina de la ciudad, güero además y consentido del director de la escuela me pusieron en el jurado. Todos salíamos ganando, tenía el aire de ser lo suficientemente importante como para ser jurado de un concurso de canto a pesar de no tener ninguna formación musical, y los organizadores llenaban una silla que estaba vacía. Dentro del jurado estaba un canta-autor de trova, que tenía un par de discos, sin que fuera realmente conocido, la directora de la escuela y una o dos personas más que no recuerdo.

Había una leve expectación por una figura, Astro Rey. No se crea que era su nombre artístico, su nombre es artístico sin necesidad de distorsionarlo. Alcancé a escuchar que cantaba en un bar o algo así. Había dos categorías, solista y grupos. Nos pasaron las hojas donde pondríamos nuestras calificaciones, se calificaban aspectos técnicos e interpretativos, así como una calificación global. Vi a Astro con un grupo, un muchacho con cara y torax redondos como la luna, con marcha levemente basculante. Interpretaron a los Héroes del Silencio, siento que faltó un poco de fuerza, aunque la voz era tecnicamente impecable.
Con los solistas se presentó una de las chicas bonitas, creo que no tan popular de la escuela. Se aventó una de Shakira (solo se conocía el primer disco y Shakira aún no dependía tanto de sus caderas), una interpretación discreta, aunque se veía que le llegaba la canción y más o menos lo transmitía al público. Astro apareció en todo su esplendor. Esta vez de charro, a cantar "yo quiero ser" en la única versión que conozco, la de Vicente Fernández. Impecable, una voz profunda, cuadrada y un sentimiento...hay que oir a Astro Rey para conocer ese sentimiento. Era obvio que había ganado, se llevaba a todos de calle.

La deliberación del jurado consistía en entregar nuestras papeletas y hacer la suma de los puntos. Astro Rey quedaba en segundo lugar, ganaba la chica. ¿Como? Se volvió a hacer la suma y efectivamente tenía más puntos la chica. Uno de los jueces, el canta-autor, le había dado a Astro una calificación pésima. La directora de la escuela, presidenta del jurado, dijo que algo estaba mal. A mi se me ocurrió abrir la boca y decir que si así habían resultado las puntuaciones, así debía de ser. El crimen se consumó con la premiación.

Después me enteré que Astro era huérfano, pésimo en la escuela, además de muy gordo, cantar era su vida. También me llegó el rumor de que el canta-autor le había puesto esa calificación por que había querido ser muy protagónico, había aparecido con un grupo y como solista. Me pareció una bazofia. Por algún motivo que no recuerdo conocí a la chica que ganó y la empecé a cortejar. Sentía la sospecha acechándome. Curiosamente mi halo no se redujo, siento que al contrario, el ser visto como figura siniestra me abría aún más puertas en esa sociedad. Tenía una mente perversa y no convenía ser mi enemigo.

La conclusión obvia sería que no hay que aceptar cargos no merecidos. En realidad, creo que si uno tiene un cargo que no se merece, lo mejor que puede hacerse es actuar con prudencia y cambiar para volverse meritorio al cargo. La mejor conclusión que saco es que no hay que temerle a las figuras perversas, eso solo les da más poder. Hay que enfrentarlas, espero poder hacerlo.

Tuesday, April 25, 2006

RETORNO AL DESIERTO


El desierto, por lo menos el que yo conozco, tiene una peculiaridad. Detrás de su monotonía, hipnótica y sedante, guarda detalles complejos, fascinantes. Tal vez sea la propia monotonía la que resalte las pequeñas variantes, aunque prefiero una explicación alterna. Prefiero pensar que la inmensa extensión crea un mar, un paisaje que abarca e incluye toda la diversidad, la cual sólo es perceptible al mirarla de cerca.

Ya habíamos dejado el desierto, habíamos subido la montaña, pero el ímpetu de mi compañera nos trajo de regreso; de regreso con los patriarcas, de regreso con George, de regreso al hogar. Nuestro cuarto nos esperaba. Habíamos tenido la esperanza de que el peyote nos encontrara en la montaña, pero allá tenía que ser a través de otra persona, no nuestra recolección. Como eso no pasó, volvimos a la fuente -permítaseme resaltar la ironía-, el desierto es la fuente. Tras llegar, nos apresuramos en buscarlo, esta vez no había que demostrar nada, nos apuraba algo mucho más real, el sol no tardaba en ocultarse. A pesar de tener las piernas dolidas por un largo y muy agrabable paseo en caballo (allá en la montaña), sacamos fuerzas y salimos. La experiencia acumulada y la intuición naciente me hicieron dirigirme a una zona específica. Poco trecho adelante de predios arados salió el primero, que no tocamos. Y muy poco más adelante, otros dos, más grandes que los que habíamos encontrado. Después de eso estuvimos mucho tiempo buscando sin que apareciera nadie. Yo tenía las esperanzas puestas en la llena de gracia, pues ella había sido muy eficiente las veces anteriores. Quedaba menos de media hora de luz, sin embargo estaba tranquilo. Un destello atrapó mi vista, volteé y comprendí el porqué del brillo, un verdadero tesoro. La mayor cantidad de peyotes que hubiera visto juntos. Y muy cerca había otros tantos. Cuando llegó la llena de gracia (la había llamado con mucha ilusión), rápidamente encontró otros más. Era evidente que había que dejar varios, aún así los peyotes llenaron la mitad de mi sombrero, eran muy grandes.

Nos dirigimos al sitio ceremonial, una zona arbolada con un estanque, bueno, entre estanque y lodazal. Había fuego y gente acampando. Nos acercamos y los reconocí. Les habíamos pedido direcciones en la montaña. Una noche anterior había intentado hacer fuego y no había podido, ahora estaba ahí, esperando, junto con compañeros de viaje. Nos presentamos, les ofrecí peyote, les dejé sólo un par. Comimos juntos. Esta vez me sentía un poco obligado a comer mucho, como habíamos tomado mucho, había que comer. Después de comer dos me dieron ganas de vomitar, pero no pasó nada. Seguí comiendo hasta que vomitar fue inevitable. Me sentí mal, sentí que estaba desperdiciando algo valioso, me terminé el peyote que tenía en la mano.

Regresé al fuego donde el ambiente era cordial, aunque como los compañeros estaban probando peyote por primera, vez la ola a punto de romper era invisible para ellos. Incluso para mí no estaba muy a la vista. A pesar de haber empezado a comer hace una media hora tan solo sentía cierta liviandad. La llena de gracia en cambio podía facilmente adentrarse a las intimidades de las nubes. Se habían invertido los papeles, esta vez yo había encontrado el peyote y esta vez no me poseyeron tan súbitamente como a ella.

Se adentraba la noche y me estaba enfriando. Pedí dejar a los compañeros, al sitio ceremonial e ir a casa. El camino de regreso fue agradable, la esta noche se sentía menos oscura que las anteriores, la luna había crecido. Una vez adentro se desató la tormenta, otra vez, pero mucho más intensa. Surgían ideas, emociones y hasta sonidos, en verdad percibía sonidos de la nada. La información se acumulaba y no había en donde ponerla. Era el infierno, una habitación de cabeza en mi cabeza, nada en su lugar. Espero que no fuera porque no supiera donde iba cada cosa, sino porque había demasiadas cosas a la vez. Ahora entiendo la etimología de diablo, dia una preposición griega que indica separación, bolé es llevar, el diablo es el que lleva a la separación, el que fragmenta (¿Menta de fragmenta tendrá que ver con mente? Se me hace que sí.)

Y para colmo me equivoqué en el remedió. Trataba de distraerme para no pensar, caras, imágenes, sentimientos y cada vez era peor, la confusión se imponía. Esto pasaba mientras yo estaba recargado en mi amada. Entonces hubo un rechinido, la puerta azotó. Fue muy inesperado, asustaba. Hubo instantes de silencio. La llena de gracia me dijo que había sentido una presencia maligna y que se había salido. Sonaba a buenas noticias el que se saliera, sin embargo ella temía que le había pasado algo malo a alguien querido. La virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo estaban sobre nosotros, así que le dije que iba pedir a ellos por esa persona y por nosotros. Después escogí la división, la no comunión, oí música y me paré.

Afortunadamente, el equilibrio se restablece solo. Despues de algunos minutos de energía dispersa, desenfocada, la energía trató de salir, y solo tenía un camino, mis manos. Mis manos se empezaron a sentir poderosas, inquietas al principio, y frustradas. No había que hacer. Sabía que la tierra estaba afuera, si tan solo supiera ararla, fecundarla, sería tan felíz. Muchas veces había tenido la ilusión de ser campesino. Pero no sabía hacer eso. Por una divina gracia llegué a un pulso de mi amada. Tocar un pulso es un trabajo manual, que requiere cierta destreza. Empecé a buscar más pulsos, mis manos estaban trabajando, la energía estaba saliendo, la cabeza estaba en perfecto orden, el universo estaba en perfecto orden. Podía hacer algo con mis manos, podía hacer muchas cosas con mis manos. Sentía que mis manos podían aliviar, estaban cargadas de energía.

Después de la confusión llegó el orden. Ya la energía era algo más allá de mi. La llena de gracia me sugirió pedirle un deseo. Le pedí tener éxito en el trabajo y de inmediato sentí que el deseo me fue concedido. Esa noche no dormí, la energía regresó de mis manos a la cabeza, pero no causaba disturbios, solo múltiples pensamientos sucesivos.

Al día siguiente regresamos a la ciudad.

Saturday, April 22, 2006

TORMENTA DEL DESIERTO






























Era el momento de salir de viaje. Estaba descubriendo a alguien que me era familiar a pesar de la poca convivencia. El desierto la llamó, ese llamado me ilusionó, y fuimos. Manejé desde la 1 hasta las 8 y media de la mañana, llegamos después de ver amanecer. Era inevitable dormir, pero poco después era inevitable despertarse. El sol me expulsó de la tienda de campaña. Entonces el llamado se hizo más fuerte, aún bajo trance somnoliento dejé el rancho y fui al desierto. Le di a la llena de gracia las instrucciones básicas para encontrar peyote. Estaba ansioso, debía demostrar que había peyote y, por tanto, que era buen guía. Después de menos de media hora, que me pareció mucho, encontré un peyote muy pequeño. Lo dejamos, como indica la sabiduria popular, había que buscar otros. Encontré otros pequeños, no era lo que yo esperaba pero tranquilizaba. Poco después ella empezó a ver varios, cruzamos el sitio ceremonial y del otro lado los que llamaban la encontraron. Una familia numerosa de peyotes medianos. Estábamos contentos, ellos también.
Regresamos al rancho. Nos ofrecieron un cuarto, que rápidamente se volvió hogar, y comimos. El sabor taladra hasta el gérmen musculoso de la lengua, hasta el hueso del paladar, invade, pero también se deja llevar. Agua y jícama lo arrastran. Me sentía libre para comer, no como las dos veces anteriores en que otros me limitaban, o yo mismo. Comí mas de dos, uno me parecía particularmente sabio, me inspiraba respeto, ese respeto que raya en miedo. Salimos a platicar con los patriarcas del rancho, nuestros caseros. El señor dijo que la gente se acaba, refiriéndose a que había menos gente en el rancho, pero me dijo algo más con esa frase, él lo sabe. Empezaba a nublarse, la señora nos dijo que iba a llover. Adentro empezaba a soplar el viento, mis vellos se estaban convirtiendo en hormigas juguetonas. No podía seguir con la convivencia casual/relevante. En el desierto las convivencias humanas, y me atrevería decir que todas las convivencias, son relevantes. Me retiré de la forma mas cortés que pude, esperaba que ella me acompañara, pero todavía el aire no le pegaba. Fui hacia unos arroyos que había dejado la lluvia. Es cierto, ya había llovido, la señora nos había dicho que llovería antes de ir por los llamantes. Perdón, barajé el tiempo. Quería cruzar hacia un cactus intrigante, pero no lo logré. Afuera sólo había algunas nubes, adentro empezaba a chispear.
Quería superarme, ahora llamaba el espacio, había tanto. "Afuera, afuera" se oía. "Voy a tí exterior", era mi respuesta. Una vez en la amplitud, y más aún con ella, llena de gracia, la apertura fue de 180º. Hasta me elevaba de tanto que me extendía. George (estoy con él en la foto) nos acompañaba, quería compartir nuestra emoción y a la vez compartirnos su quietud. Era momento de seguir conociendo, las imágenes hacían soñar y emocionaban. Nopales secos, con su esqueleto expuesto, y, a su vez, con pencas frescas surgiendo de lo aparentemente inerte. Ya la llena de gracia estaba mojada, estaba sumergida como yo. George nos dirigía, fácilmente dejamos las casas y estábamos de nuevo en el desierto. Incluso nos desubicamos, dejamos de ver el rancho. Cualquier emoción era extrema, había bastante probabilidad de encontrar el camino, pero la simple posibilidad de no hacerlo era aterradora. Después me alegró el perderme, había estado concentrado únicamente en lo que veía, me había salido del contexto mayor, o menor, dependiendo del punto de vista.
La lluvia regresaba, la del cielo, y la de la cabeza arreciaba. Hora de volver. Teníamos vecinos, cómplices con Jeep. Me quería sentar simplemente a disfrutar, había tanto que disfrutar, George se me acerca, me abraza y me besa. No me quiero llenar de su olor, de su pelaje, pero sí me quería llenar de su cariño. Fue muy sincero y no me podía negar. Terminé aceptando su regalo, aprecio, amor, me lo dio a manos llenas. Poco después ya no era la vista lo que predominaba, ahora era el corazón, y estaba inquieto. Había que hablar con él, la misma inquietud lo hacía una tarea elaborada. Algunas veces cambié forzosamente de tema, pero otras veces lograba convencerme de que las cosas estaban bien, o que las podía solucionar, e incluso encontraba soluciones. Era de noche, otra vez llamaba el espacio, ¿para reflexionar, para no reflexionar? Independientemente de la intención, ayudó. Seguí pensando, seguía el miedo, pero se podía enfrentar mejor. George ya no nos acompañaba, creo que no le gustaba seguir el camino, ya no era hora de hacer camino al andar, era hora de seguir el camino, por aquello de la noche. Mucha luna, no era noche oscura, pero la luz a medias engaña más que la oscuridad, si te dejas. Veía a la llena de gracia, pero era alguien más. Creo que también estaba reflexiva, pero más tranquila que yo, hasta que la transformé. Su cara pasaba de una forma, a otra, a otra y a otra, para luego regresar a la primera y así sucesivamente. Eran caras irreales, no porque no las viera, o porque fueran producto de mi cabeza, sino porque no existe nadie con esas caras. No pueden existir. Una de sus caras era la de su hijo, pero aún así era una cara irreal. Le dije lo que veía y la perturbé. No le dije todo.
Después dejó de calar la lluvia, otra vez eran gotas tibias, y otra vez me abrí. Otra vez había seguridad, confianza, bienestar. Ahora planeaba, me podía deslizar por los aires de mi cabeza sin aspavientos, podía incluso dar piruetas, ascender y descender vertiginosamente, casi a placer. Nunca hay control total, a veces se siente bien dejarse llevar, a veces no. Tiempo de hogar, tiempo de estar con la llena de gracia, la conocí tanto. Ahora sí era ella. Nos conocimos. Espero ya no ser igual, es difícil ser igual después de pasar por tantas cosas tan intensas. Quiero ser mejor.

Es bueno responder a los llamados, sobretodo si sabes de quien son. Yo no sabía quien llamaba, ya vi.

Monday, March 20, 2006

LUZ Y SONIDO

Terminar un año escolar de la secundaria es de las mejores cosas que puede haber en la vida. Hay una sensación de libertad absoluta, todo un panorama de aventuras por descubrir. Este año había algo más. Me iba a mudar de ciudad y de país. Llevaba tres años viviendo en Oaxaca. Mi mamá había decidido separarse de mi papá y alcanzar a sus hermanos que estaban en Alemania, en el sur. Tenía novia, lo cual no era mi estado habitual. Sigue sin ser mi estado habitual. Apenas empezando las vacaciones una compañera de lo más simpática y activa me invitó a su casa. Prefiero no decir nombres en este blog, pero como sólo tengo buenos recuerdos de ella les diré que se llama Brisa. Ese día conocí las cintas de 8-track en su casa, ya no se usaban, no estoy tan viejo.
No me acuerdo si ella ya sabía que me iba o ese día le dije. Me parece más plausible lo segundo. Casi de inmediato decidió que debíamos organizar una fiesta, en mi casa ese mismo día. Quería contratar un sonido. Me dijo "son las 11:00 de la mañana, tenemos muchas horas para organizarlo". Ante ese ímpetu, uno se tiene que unir. El primer paso era conseguir dinero. Varios compañeros del salón vivían muy cerca de casa de Brisa, así que fuimos a pedirles cooperación y claro invitarlos. Juntamos algo así como la tercera parte de lo que cobraba el sonido, que si mal no recuerdo eran 800 pesos, de los viejos, claro. Ella incluso se encargó de convencer a mis papás de que nos permitieran hacer la fiesta, de buenas a primeras, además de cooperar buena parte del sonido. Hicimos unos sandwiches, compramos globos, unos refrescos y listo, ya podían llegar los invitados.
Fue todo el salón, mi novia también fue. Tan pronto empezó la música, las parejas se pusieron en una sóla hilera, bien apartada una de la otra, para evitar cualquier contacto. Mi casa tenía un patio como de 7x5, había globos pero no los habíamos usado para decorar. Fue muy fácil abrir la llave del patio y empezar a llenarlos de agua. Después del primer globazo se desató la guerra, sin freno ni cuartél. Ni siquiera los vestidos bonitos de las niñas eran motivo para dudar. El agua surgía de todos lados, también había una terraza que daba al patio y de ahí bajaban los globazos. Hubo persecusiones, complots, vendetas, traiciones, parecía campaña política, pero con risas, y el mayor daño que podía ocurrir era contraer un resfriado.
Me sentí muy orgulloso de que todos se divirtieron, obviamente yo también me divertí como loco. A los pocos días le hablé a mi novia por teléfono para decirle que ya me iba, era triste porque nos gustábamos, pero rara vez nos veíamos. Tal vez éramos demasiado impacientes, sólo habían pasado un par de semanas, pero en ese momento parecía que nunca nos íbamos a poder ver. Bueno, ahora que me iba, con la intención de que fuera para siempre, efectivamente no nos íbamos a ver.
De todas formas me sentí muy querido anted de irme, y de todas formas siempre me han ilusionado las partidas. Cuando regresé me volví a sentir querido.
Gracias.

Friday, March 17, 2006

SUDOR FRÍO

Hubo un tiempo en el que el corazón mandaba. Cruzar una mirada con ella bastaba para llenarme de ideas y surcar nubes de emoción. Yo quería más; hablar, bromear con ella, tal vez un día invitarla a salir, pero la simple mirada era suficiente para no poder concentrarme en otra cosa. Ella no buscaba los reflectores, sin embargo era considerada de las bonitas de la escuela. La conocí porque me tocó en su salón, y eso que ya llevaba un año en la prepa. Al principio creí que era un sueño imposible, pero después de una salida a la naturaleza organizada por un profesor, en la que me atreví a hablarle un poco, pensé que tal vez con suficiente insistencia podría lograr que fuera mi novia. Todavía un par de semanas después nos seguíamos llevando bien, pero la emoción me ganó. Cada vez se me hacía más bella, simpática y sobretodo delicada, una gota de rocío sobre un pétalo, hasta que ya no le podía hablar. Cantaba, oírla cantar era el mayor placer y a la vez la mayor tortura, pues yo pensaba que esa cualidad la hacía inalcanzable. Además la cortejaba alguien de buena familia, más rico y más güero que yo. Aún así yo seguía mirándola.
Yo estaba empezando a tener conocidos fuera de la escuela, era gente muy diferente a la que conocía adentro. No tenían vida familiar y tomaban. Uno de ellos, el que ni estudiaba ni trabajaba, estaba mucho tiempo conmigo. El, como muchos otros, sabía de mi enamoramiento. Incluso me animaba diciéndome que efectivamente se veía muy guapa y que tenía mucho porte, esto último probablemente con otras palabras. Creo que yo le enseñé donde vivía. Constantemente insistía en que debía declararle mi amor. Yo sabía que no era el momento, que debía superar mi miedo, tener una buena relación con ella; y después declararle mi amor sería natural, o casi.
Curiosamente el perdió la paciencia antes que yo. En realidad desconozco sus intensiones, aunque desconfío bastante de él. Decidió escribirle una carta y un poema con mi nombre. Fue a su casa y se lo entregó. Me hizo el favor de darme una copia, para que yo supiera que era lo que le había dado. Era la carta más cursi y estereotipada que podía escribirse. Era un desastre, lo quería matar. Sin embargo me convenció, me dijo que ya hecho el daño lo mejor que podía hacer era ir a hablar con ella. Si no, iba a ser peor.
Me pareció que no había opción, con mi alma saliéndose por mi pecho y mi garganta toqué en la puerta de su casa. Pasé muy temerosamente, me senté en su sala. Atrás de mi estaba su mamá haciendo tarea con su hermana. Delante de mi ella, ahora la recuerdo inexpresiva, pero no lo podría asegurar. Entonces tuve que hablar, y en voz baja, para que no oyera su mamá, le pregunté que le había parecido la carta. Contestó: "Ay Macias, luego hablamos."
Esa frase marcaría muchos años de mi vida, no por ella, sino porque la di a conocer (como la estoy dando a conocer ahora) y otras personas la retomarían.
Salí lo más rápido posible de su casa, al salir me estaban esperando detrás de un carro varios de los amigos que no eran de la escuela. No me preguntaron nada porque vieron mi cara. Fuimos al billar, todos reían, yo no. Después de una partida muy larga me di cuenta que mi mano izquierda (que en mi caso es la diestra), no había soltado el taco en todo el tiempo. Había una huella de sudor atestiguando mi constante empuñadura. Todos se dieron cuenta. Me sentía traicionado, jugando billar con el traidor.
Tiene sus ventajas la inocencia, no temer, no preguntarse, no ir hacia un fin, sino moverse por el puro gusto. En este caso la desventaja fue que me dominaban los instintos, y no tenía la suficiente poca inocencia como para dejar de pensar que pasará. La inocencia se acaba, no creo que sea porque es irreal. La premeditación es lo que no existe, pero se utiliza. La explicación obvia que veo para este final es existencialista- el infierno son los otros.
¿Como seguir siendo inocentes después de que alguien temeroso, precavido, con un fin evidente o no y que se mueve buscando un resultado te trompica el paso? Pericia y malicia matan inocencia. No creo que la realidad humana se reduzca a este tipo de relación, para empezar existen relaciones bien-mal, bien-bien y mal-mal, cada una posiblemente con una infinidad de intensidades por parte de cada uno de los protagonistas. En otras palabras los otros son el infierno, pero también son el cielo y, por decir algo intermedio, la tierra. Yo lo parafrasearía como el conocimiento son los otros, incluso el conócete a ti mismo. Hay que aclarar otra cosa, yo creo que la inocencia no es ni buena ni mala, o por lo menos lo que estoy describiendo como inocencia (les agradecería me corrigieran si el término es inexacto o poco convencional). ¿Como puede tener moral algo que no tiene dirección, ni intención? Solo que fuéramos buenos por naturaleza. No descarto esta posibilidad pero tampoco me convence. Sí creo que la inocencia puede mover a otra persona hacia el bien. Me suena familiar, intuitivo, pero porqué pasa eso? Intuyo que el observar la inocencia hace surgir en nosotros un espíritu paternal, protector. También nos puede remontar a nuestra propia inocencia, pero, y luego? Porque eso nos motiva a ser buenos?
Lo que sí se es que el conocimiento, derivado de la relación con otros, y que disminuye la inocencia, es necesario para hacer directamente el bien. ¿Entonces porque me gusta (espero no ser el único) la inocencia? ...claro, creo que al perder la inocencia descubrí la angustia. Me di cuenta que podían pasar cosas indeseables. Además de descubrir la posibilidad de hacer el mal.
No se si mi relato tenga mucho que ver con estas reflexiones, definitivamente el hecho me dolió mucho, pero creo que el principio del fin de mi inocencia no fue ese. Tal vez fue en la misma época, seguramente.

Tuesday, March 07, 2006

PUERTA GRANDE

Llegó un momento, después de haber andado por varios sitios, en el que llegué a la Ciudad de México. Era jóven pero no lo sabía, bueno, en este caso lo jóven es lo de menos. Más bien la palabra es inexperto. Como recién llegado, e incluso no tan recién llegado, no sabía donde comprar marihuana. Un amigo de un amigo sabía donde conseguir, cerca de su casa.

La Ciudad de México tiene una peculiaridad que seguramente comparte con muchas otras ciudades del país y otros países tercermundistas. Si bien existen secciones que comparten el mismo nivel socioeconómico, el paso de una sección rica a una pobre es abrupta. Una zona cosmopolita con carros de lujo y joyerías en francés puede estar a dos cuadras de casas de madera sin drenaje. Los contrastes económicos que hay en la Ciudad de México hacen que sea más evidente la falta de transición.

Bueno, pues el que nos dio la referencia vivía en una zona residencial de clase media. Aunque las casas no eran tan grandes, había un vigilante que restringía la entrada de autos y las calles eran curvas. Está en la falda de una de las sierras que delimita al valle de México, por tanto la zona esta inclinada y se llega a percibir cierto ambiente de bosque. El lugar donde él compraba marihuana esta a menos de 1km de distancia en línea recta, unos 700m yo diría, aunque para llegar se tenía que recorrer casi el doble porque una barranca separa ambas colonias, así que hay que subir a una calle principal, recorrerla un par de cuadras y volver a bajar. Esta bajada se siente mucho más inclinada, tal vez así lo sea, pero además la calle, en lugar de ir curveando gentilmente, se dirige directo a la hondonada. Se tiene que inclinar el cuerpo la más posible hacia atrás para no perder el equilibrio. La mayoría de las casas no están ni recubiertas, ni pintadas, así que el tabique desnudo inunda el campo visual. Una vez terminada la calle, puede que se encuentre a un grupo de ñeros1, fumando y chupando. Generalmente uno se te acerca y te pregunta si quieres café (bueno, creo que actualmente la pregunta es si quieres piedra, en mis tiempos era café). Después de un par de visitas me di cuenta que el más constante de esos ñeros es uno que le dicen el carnes. El carnes también tenía papelitos y reynas, aunque a mi nunca me interesaron. Por lo general el habla le escurría, como no estando en condiciones de articular claramente, siempre parado sólidamente sobre el piso.

Creo que el carnes empezó a tener problemas, porque ya no lo encontrabas en medio de la calle, sino que se iba a un árbol donde empezaba una bajada para un riachuelo (cosa extraordinaria en el D.F.). Incluso alguna vez bajé hasta el riachuelo y volví a subir sobre el mismo costado, pero un poco más río abajo, a una terraza destinada al drenaje, rodeada de basura. Ahí estaba todo un grupo de gente totalmente drogada. Me dijeron que hiciera el churro, yo pienso que para ver sí realmente fumaba. Lo hice, aunque medio feo, y fumé con ellos. Ese lugar tenía la ventaja que al otro lado del riachuelo había campo. Se podía fumar tranquilamente ahí, a veces pasaba gente que se veía muy pobre, pero era raro. En general era tranquilo y agradable ese lugar.

Una ventaja del carnes era que lo encontrabas a cualquier hora. Una vez fui de noche y había una fiesta de la colonia, probablemente unos 15 años. El carnes se veìa bastante contento. Había varias chicas que parecían la versión silvestre de Salma Hayek. A pesar de la cercanía, la gente era distinta a la que yo acostumbraba. Dejé de ver al carnes porque encontré un lugar mucho más cercano y con marihuana mucho más rica (seguramente habrá una entrada de ese sitio, también un lugar para recordar). Aún así una vez fui muy noche, con un amigo, porque en el lugar de siempre no encontramos a nadie. Fuimos y no se porqué, además de comprar mota, compramos papelitos. Nos fuimos bastante cargados. Una vez sobre la calle principal empezamos a fumar, después de un par de minutos nos paró una patrulla. No traíamos puesto nuestro cinturón de seguridad. Nos llevaron a una base y nos preguntaron nuestros datos. Tomaron nuestras carteras y los verificaron. Nos dijeron rápidamente que "cómo nos ibamos a arreglar", que es la forma oficial de pedir un soborno. Debían de ser vacaciones, o debíamos de tener alguna experiencia similar, porque les dijimos que nos metieran a la cárcel. Los policías no iban a obtener nada por llevarnos ante un juez, así que optaron por hablarle a nuestras familias. Eso era lo último que queríamos que pasara. En resúmen le sacaron cerca de 2000 pesos a mi mamá, y la misma cantidad a la hermana de mi amigo. Llegaron como a las 3 de la mañana por nosotros. Mi hermana, que tenía como 14, la acompañó. Obviamente les dijimos que la coca no era nuestra, la mota era más difícil negarla, ya nos conocían.

Seguramente el carnes estaba coludido con la tira.

Quisiera que esto sirviera para evitar que la gente que consume mariguana tenga estos problemas. Esa noche se sentía que las condiciones no eran las apropiadas para comprar. Es importante ser perceptivo a los mensajes que dicen espérate, luego te desquitas. Afortunadamente ahora me llevo bastante bien con mi familia y estoy más o menos tranquilo conmigo. Ahora soy un poco menos jóven pero mucho más experimentado, ¿o se vale decir experto? Claro que siempre hay alguien más experto que tu, espero que ande tras alguien más peligroso que yo. Desgraciadamente los policías son cobardes y van por los débiles.

1-busqué una liga para describir lo que es un ñero y la que más me gustó no era mexicana, sino un blog colombiano. Por supuesto que muchos de los ejemplos no se usan en México, pero creo que a cualquiera le quedará claro. Siento que le falta un poco de cariño hacia el ñero pero es bastante descriptivo.

Sunday, March 05, 2006

BENDITA INESTABILIDAD

Les cuento un episodio de mi adolescencia porque es una etapa que siento se me está olvidando y justo ahora la puedo rescatar. Además creo que la narración de este pasaje es relativamente sencillo, en lo que voy aprendiendo a narrar. Después hablaré de tiempos distantes y recientes.

Hubo un momento en la vida que obtuve poder de forma súbita. De pronto descubrí que también se podían hacer cosas de noche y que mis papás no tenían el control sobre cada una mis acciones. Ante esa liberación repentina se gestaron actividades de toda índole; creación, transformación, quietud paradójica, autoempleo y destrucción. Yo y la gente con la que compartí estos descubrimientos y acciones, no nos poníamos a pensar si teníamos muchos o pocos recursos, simplemente usábamos lo que había. El perder una gran referencia de autoridad hizo que cualquier poder autoritario se atenuara. Ahora entiendo porque la gente se hace punk. El ambiente era apropiado para sentirse poderosos, eramos de clase media, y la sociedad dónde nos desenvolvíamos parecía ser pequeña. Aunque para algunas cosas aplicaba el "pueblo chico, infierno grande", para otras se sentía que se podía dominar todo el panorama. Además, en muchas acciones me protegía el anonimato.
Por algún motivo, motivo que rápidamente se perdió en el proceso, requerimos letreros de tránsito. Sí había recato en cuanto a la acción de robar letreros, aún con una referencia borrosa de la autoridad, o tal vez falta de costumbre en cuanto a reflexionar que era lo debido y que indebido. Salímos como a las 3 de mañana con una llave de tuercas. Escogimos una calle oscura con un letrero de alto bonito. Una persona en el volante y una persona junto al poste sosteniendo al encargado de zafar la tuercas. Definitivamente sabíamos que era algo malo, si no, no se hubiera sentido el corazón agitándose, ni el hormigueo en las piernas, ni la cabeza concentrada. Sin contratiempos, no pasó ningún carro, echamos el letrero a la cajuela y vámonos. Aprendimos una lección muy importante, había que llevar algún cajón o banquillo para alcanzar las tuercas con mayor facilidad. Una reja de refrescos sería lo ideal.
Rápidamente nos hicimos más diestros y audaces en el arte. Recuerdo un letrero amarillo con un ciclista que me encantaba, otro de paso de niños, el tan odiado letrero de no estacionarse (cada día más odiado). Llegué a llevarme letreros por llevármelos, como uno de la ruta de recolección de basura y otro de una oficina de fideicomiso de Banrural.
Finalmente quedé satisfecho con los letreros que tenía y surgieron otras actividades nocturnas. Fueron menos de dos semanas de adicción, eso sí, satisfaciendo mi necesidad de letreros cada noche durante ese corto periodo. Espero que sigan en la casa. Ya no he ido a la casa donde los dejé.
Mis clases de psicología barata derivados de la interacción de gente que como adolescente consideras aburrida y sin sentido en la vida indican que este tipo de actividad se llama sociopatía. Mi hermana estudia psicología, pero no tuve tiempo de preguntarle su opinión. Tengo un libro de psiquiatría que me regaló Munguía. Espero que iran conociendo lo que conozco de Munguía a través de este blog, pero los que lo conocen entenderán que es irónico que el me haya dado un libro de psiquiatría, que por cierto data de 1971. El capítulo dedicado a los trastornos de la personalidad dice "Estos individuos sociopáticos muestran un embotamiento moral y ético, una falta de simpatía hacia sus semejantes y una conducta destructiva para el bienestar y el orden social." Parece que me conocían.
No, esperen, hay un diagnóstico que me gusta más. "En muchas sociedades existen subculturas que viven gracias a que en forma constante desafían los códigos sociales habituales; los miembros de dichas subculturas constituyen una clase social separada. Las personas de estos grupos difieren del psicópata o del individuo con personalidad antisocial, en la estructura de su personalidad; actualmente constituyen un grupo aparte en la clasificación de la American Psychiatric Association, con el nombre Conducta en desacuerdo con las normas de la sociedad. En contraste con las personalidades antisociales, los individuos de este grupo son capaces de lealtad afectuosa y sólida hacia otras personas y hacia su grupo." ¡Ese soy yo, a huevo! Tenía toda la intención de criticar al libro y ahora no puedo. Podría ser un poco más llamativo el nombre, como Rebeldía estructurada o Conducta antinormativa, a lo mejor ya lo modernizaron, pero el concepto me encanta.
Escribir esto me está causando muchas más reflexiones de lo que creía, por lo pronto paro aquí, pero antes quisiera contarles un momento reciente que le dio sentido al universo. De repente llegan esas iluminaciones. Sin tener mucho la intención, fui a un concierto de punk. Estaba disfrutando de la fuerza propia del evento, sintiendo el peso de los egos, cuando de pronto el cantante dice que el ya aprendió que no es la sociedad la que lo reprime, si no que la represión venía de el, y que realmente el es libre. Si el pudo darse cuenta de eso, yo también puedo.
Gracias.

PRÓLOGO

Un defecto que me caracteriza es la inconstancia. El narrar a través de la escritura me parece desde hace mucho una forma accesible y muy completa de expresarse, y lo he hecho en algunas ocasiones, sin embargo de forma intermitente. He decidido empezar a narrar pasajes de mi vida con varios propósitos. La mayoría se logra de manera automática al escribir, como simplemente evitar que se pierda la experiencia vivida, aunque claro, la narración estará matizada por los recuerdos, eventos y estados de ánimo del momento en el que se escribe. Me interesa rescatar los eventos pero también de forma muy especial la reflexión y lo que creo yo debería ser la enseñanza del episodio, si es que la hay. Es un poco egocentrista escribir pasajes de la vida de uno, pero pues ni modo, mi creatividad no da para inventar cosas y menos sacarles el mensaje. Además, modestia aparte, creo que sí tengo varios pasajes dignos de novela.
Otro objetivo es terapéutico, aquellos de ustedes que han recibido correos electrónicos con narraciones extensas de mi parte creerán que lo hago por la historia en sí, pero en esos casos lo hacía sobretodo por liberarme de la historia, o sea que contándola siento que me pesa menos. Creo que ese concepto es más viejo que la ruda.
Por último, otro concepto no tan original, aprovechar las ventajas del medio. Comparto la ilusión de la gente que escribe blogues de que alguien en el otro extremo del planeta entienda tu idioma, se identifique con tu mensaje y hasta te de su opinión. La verdad, con que unos cuantos me lean me doy por bien servido, pero si se puede ir un poco más allá pus que mejor. El nombre que elegí para este blog podría referirse al caracter ambiguo de la gente que escribe blogs, o por lo menos la poca que conozco y dentro de los cuales ya me puedo incluir, en el sentido de querer abrirse de una forma no tan personal. Mas si has de saber, tal vez diga que te cuento aunque me da pena. Debo confesar que esta explicación la inventé a posteriori de haber inventado el nombre, su fabricación se basó en un proceso más fonético relacionado con mi apellido, y después busqué un verbo que transmitiera algo positivo pero sin ser muy personal.
Gracias.