Thursday, April 05, 2007

EN BUSCA DEL EDÉN

En mi infancia los cambios de domicilio eran constantes y a sitios variados. Poco a poco me volví más sedentario. Viví en Oaxaca de 1986-1989 y de 1990-1995; en mayo del 95 llegué al D.F a vivir. Al poco tiempo estaba bastante felíz en la ciudad, sin embargo, hacia el año 2000 quería un cambio. Además ya lo venía esperando, sabía que me iría al servicio social a enfrentarme a los aluxes y nadar con las sirenas. Por lo menos esa era la espectativa que tenía del servicio social, toda una aventura, y no es en balde, se cuentan tantas leyendas. Esta es tan sólo una de ellas...

Tenía la idea de ir a un sitio nuevo, San Luis Potosí, Zacatecas, Michoacán, me llamaban la atención esos rumbos. Sin embargo regresé a Oaxaca. El motivo fue que mi padre me ofreció apoyarme (o sea darme dinero) si me iba a Oaxaca. Acepté la oferta de mi padre pensando burlarlo, me iría al sitio más recóndito de Oaxaca, donde bailaría con mixes o chontales. Era tanto mi ímpetu de exploración que incluso dejé a mi novia, tras fallar en convencerla que se fuera a un lugar cercano al mío. Ella no se despegaría de su familia.

Estudié mis opciones, no quería una plaza del IMSS, salubridad tenía 9 plazas en el estado. Había una cerca de Guelatao que me llamaba la atención, otra cerca de Puerto Escondido -no, me dije, demasiado urbano; me pude haber quedado cerca de la ciudad de Oaxaca, debo reconocer que el antiguo hogar me tentó, pero no, elegí una plaza en el municipio de Pluma Hidalgo, lugar del cual conocía más o menos la ubicación, en la Sierra Sur de Oaxaca, hacia la costa. Sabía que era una región hermosa y, lo más importante, muy apartada. Sería mi propio jefe. Claro que a mi padre no le causó mucha gracia.

Estuve cerca de 1 semana en Oaxaca haciendo trámites y luego en Puerto Escondido, que era la sede de la jurisdicción sanitaria. Tenía poco dinero pero estaba felíz. Después del encierro que es el internado, estaba en el paraíso. Tomamos un curso propedéutico donde nos explicaban todos los papeles que tendríamos que llenar en nuestro centro de salud. También nos explicaron a mi compañera iztacalense y a mi que nuestras plazas eran "fantasma". La plaza que ella había elegido era una unidad móvil, en realidad se quedaría en un lugar fijo donde se requería mano de obra. La plaza que yo había elegido era normalmente atendida por una TAPS, que traducido del lenguaje burocrático significa técnica en atención primaria a la salud, gente que había recibido entrenamiento de un año en el paquete básico de servicios de salud. El jefe jurisdiccional me dijo estando todos en un salón de clases que me quedaría en Puerto Escondido, le dije que no, que conservaría mi plaza. Ahora no solo se trataba de la aventura sino que el servicio social en Puerto Escondido es como un segundo internado, es decir trabajo de esclavos. El jefe de enseñanza también trató de convencerme, pero no me iba a dejar explotar.

Finalmente, mi coordinador, que se veía bastante movido y buena onda, me llevó a Sta. María Magdalena Pluma. Salimos como 3 pasantes en la camioneta 4X4 y fui el último en bajarme. Pluma Hidalgo, la penúltima parada, estaba a unos 12 kilometros, rodeado por un bosque de coníferas y cafetales. Los alrededores de Magdalena, sin embargo, eran bosque tropical, también con cafetales. El cambio climático era impactante. Llegamos a la plaza del pueblo, que estaba desierta, y de inmediato llamaron a las autoridades. Eran como las 7 de la tarde, oscurecía apenas- Creo que utilizaron el sistema de altavoz para que acudiera el agente municipal, igualmente llamaron a la población a conocer al nuevo médico. La gente estaba contenta.

Mi centro de salud estaba precioso, nuevecito, lleno de instrumental y medicinas, tal vez un poco en desorden. También había muchos papeles. Tuve que esperar un poco para que conectaran la luz. Tenía hasta mi propia reja, y por dentro de la reja platanares y cafetales. Se escuchaba el correr del agua, el río corría a un lado. La primera noche fue más emoción que alegría, había muchas cosas por hacer, pero definitivamente había llegado.

2 comments:

Anonymous said...

de verdad te paso eso? si si, que loco.

loi said...

Oye, está bueno tu blog. A ver si pasas por el mío.